Esta construcción se ubica en las alturas del bosque tropical de Costa Rica, rodeada de follaje y todo tipo de plantas y animales, esta guarida se yergue por entremedio de las copas de los árboles como un santuario dentro de un santuario.
Tenemos naturaleza igual o mejor que nuestros amigos de Costa Rica la cual puede ser aprovechada por nuestros empresarios hoteleros ya que este servicio es de mucha acogida para nuestros turistas que buscan esa tranquilidad que solo nuestra naturaleza puede ofrecer.
Con la idea de crear una verdadera comunidad autosustentable, el proyecto fue llevado adelante para que la compra del terreno tuviera un propósito valioso en todo sentido. Su nombre está inspirado en el pintoresco Río Bellavista, un corredor de aguas blancas, rodeado por abundante verde, donde las personas pueden zambullirse a diario y disfrutar de su afluencia.
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Todo el complejo está conectado por tirolesas y puentes colgantes. El equipo central vive y trabaja en la propiedad, mientras que los residentes y los huéspedes transitorios pueden disfrutar de los paradisíacos alrededores temporalmente. La finca o granja, como también se la llama, es parte de una red de hoteles eco-friendly de aventura de Costa Rica y a pesar de eso, ésta "ciudad entre copas" sigue siendo uno de los pocos entornos vírgenes del país.
El espacio cuenta con un comedor, sala de estar al aire libre, un rancho, casa de baños, lugar de campamento, jardín para boda, etc.
Un grano andino muy recomendado para la dieta. Es reconocido por sus caracteristicas medicinales y nutricionales.
Posted by MADE IN TINGO MARÍA on Sábado, 19 de septiembre de 2015
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