Nos preguntamos: a más de significar el encanto de una bella conformación geográfica, ¿que representa la Bella Durmiente para Tingo María?,
¿alguien podría descifrar lo que sueña en su milenario descanso?,
¿sueña, acaso, en el desarrollo integral de su pueblo al que no puede
mirar de frente?. La respuesta la tienen, en sereno juicio, los
gobernantes y gobernados de esa urbe tropical.
La Bella Durmiente representa para Tingo María y la región Huánuco un enorme potencial de oportunidades y posibilidades de desarrollo sostenible a través de diversas actividades extractivas, productivas y de servicios, como por ejemplo el turismo ecológico que permita dinamizar el desarrollo local y regional.
La fragilidad, vulnerabilidad y los problemas derivados de la huella humana en torno a la Bella Durmiente requiere de políticas concertadas para impulsar una gestión adecuada que comprometa al Estado, a las empresas y a la sociedad civil para fortalecer acciones de investigación, conservación, protección y puesta en valor, al amparo de la normatividad ambiental y turística vigente.
En ese sentido, las actividades económicas que se desarrollan dentro del Parque Nacional de Tingo María no deben ser incompatibles con los fines y objetivos que tienen las áreas naturales protegidas.
Es encomiable el trabajo que viene ejecutando el SERNANP en alianza estratégica con la empresa Odebrecht para desarrollar planes, programas y estrategias de sensibilización de la importancia y el monitoreo de los objetivos ambientales, sociales y culturales del espacio natural protegido.
Finalmente, Tingo María tiene en la “Bella Durmiente” un gran recurso de su patrimonio ambiental natural que, como pocos, lo hace un pueblo muy singular en el concierto de las poblaciones de la selva alta del Perú.
Conjuntamente con los otros atractivos y la extraordinaria gastronomía existente en la región bien puede servir para generar fortalecer el desarrollo de la actividad turística a nivel nacional e internacional con los beneficios que ello genera.
La importancia y majestuosidad de la Bella Durmiente es tal que dado su excepcional belleza paisajística y en acto de justicia alguna vez deberá ser postulado ante la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. Así sea.
Escribe : Eliseo Talancha Crespo
Abogado ambientalista . Presidente del Instituto Peruano de Derecho Ambiental y Patrimonio Cultural. Autor del libro inédito “Monografía Histórica de Tingo María”.